Despus de la mitad del siglo, eminentes cientficos retomaron las
evidencias de las relaciones entre el cerebro y el lenguaje, acumuladas
desde haca otros cien aos, y volvieron a cuestionarse de qu modo ese
rgano generaba lo que se considera la ms alta y
distintivacaracterstica del hombre.
A. Luria, el gran
investigador ruso de estas disciplinas, pudo definir a una ciencia
nueva, la neuroligstica, como el de esas complejas relaciones entre
el cerebro y el lenguaje. Numerosas publicaciones, revistas
especializadas, materias y posgrados en las facultades de Psicologa y
de Medicina, han dado a la nueva disciplina cientfica la jerarqua
merecida.
Actualmente, se debate sobre modelos tericos que
promuevan la investigacin: hay quienes siguen remitindose a las
anfractuosidades anatmicas del cerebro para buscar en ellas las claves
explicativas; otros siguen explorando las relaciones entre lesiones y
funciones; otros se remiten a los progresos de la fisiologa del
sistema nervioso y a los de la lingstica terica. En fin, se trata de
una transitada carretera en la que incontables mviles van hacia muchas
metas.Pero van en la misma direccin y guiados por los mismos
indicadores: los del mtodo cientfico.Es ms: ninguno de los
innumerables buscadores de estas verdades osara salirse de la
carretera. Sera perder la posibilidad de alcanzar objetivos deseables
y compartidos por tantos otros.
El mtodo cientfico es la garanta de que la bsqueda de nuevas
explicaciones, de nuevas definiciones, ser legtima. Toda la historia
de la humanidad podra ser la historia de la bsqueda del mtodo
cientfico. Y tanto por lo que se ha alcanzado como por las pintorescas
ancdotas, las excentricidades, de los que se han lanzado a buscar
inslitas "verdades", la legitimacin del mtodo y la convalidacin de
lo que la civilizacin contempornea debe al mtodo cientfico, queda
fuera de cualquier discusin.
La pequea historia de la
programacin neurolingustica (PNL) es de las que no podran hacer un
captulo en la historia de los aportes del mtodo cientfico.
Naci
por iniciativa de John Grinderf, lingista, y Richard Bandler,
psiclogo, a principios de la dcada del setenta. La tarea de ambos se
orient a buscar por qu unos terapeutas tuvieron xito en sus
tratamientos. Eligieron a Milton Erickson, Virginia Satir, Fritz Perls
y Carl Rogers. Comprobaron que haba ciertas constantes en su prctica
exitosa y procedieron a la recoleccin de datos. Una vez logrados, los
clasificaron y obtuvieron un cierto nmero de patrones para unmodelo
general de influencia interpersonal. Es claro que constituira un
ejercicio sencillo para uncurso de metodologa detectar desde cundo se
produjo el alejamiento del mtodo. Qu es el "xito" teraputico en
psicoterapia? Cundo se alcanzan resultados? Cules son las variables
definitorias en la estrategia psicoteraputica?
Pero
--admitmoslo-- se recogieron conjuntos abrumadores de datos. Es que
en el criterio de clasificacin no hay ya un "modelo" interpretativo?
Y cuntos modos de clasificacin pueden ser considerados idneos?
Sacar de ello "patrones" de influencia interpersonal parece unametfora
psicolgica de la labor de los alquimistas medievales: ellos tambin
iban a lograr obtener el oro...
Hasta all, todo podra quedar en
una hasta simptica aberracin intelectual, una inofensiva fantasa, un
gracioso hobby entre amigos. Pero cuando se cre la National
Association for Neurolinguistic Programming, y comenzaron a aparecer
libros y revistas especializadas dedicadas a la nueva actividad,
declaradamente tcnica para el asesoramiento, educacin, direccin
gerencial, actividades interpersonales en general y --por qu no
decirlo-- tambin teraputicas, el tema se vuelve alarmante.
La publicidad no es avara en adjetivaciones. En un prospecto impreso en Buenos Aires este ao, se nos dice:
"Siendo
PNL una epistemologa, una escuela pragmtica de pensamiento, contamos
con herramientas para desarrollar un pensamiento estratgico y
sistmico, para revisar y renovar carencias y principios bsicos acerca
de lo que somos como seres humanos y para flexibilizar conductas que
nos permitan alcanzar con eficiencia las metas que nos propongamos.
Tambin PNL provee un marco para comprender el nivel espiritual del ser
humano, ese nivel que permite el autodescubrimiento, ms all de la
identidad individual y que nos conecta con nuestra misin. "Para Robert
Dilts PNL no tiene que ver slo con competencia y excelencia, sino
tambin con sabidura y visin... La excelencia se da al tener varias
opciones; la sabidura se da al tener perspectivas mltiples."
La
cita tiene el estilo hiperblico misional que puede hallarse en la
literatura muchas veces comentada en las pginas de EL OJO ESCEPTICO.
Pero... qu promueven las tcnicas de la PNL?
Seis sistemas representacionales:
-- construccin de imgenes visuales -- recuerdos de imgenes visuales -- construccin de imgenes auditivas -- registro consciente de sensaciones cinestsicas y -- mantenimiento de dilogos interiores
Mientras
el sujeto utiliza estos sistemas representacionales, sus ojos y su
postura denuncian las demandas de cada uno de ellos... Ingenioso,
verdad?
Sencillamente, un esquema de Stevens (1979) nos muestra
que las miradas laterales y oblicuashacia arriba y abajo, a derecha y a
izquierda, se corresponden con cada uno de los seis sistemas.
Pero
es claro que no todo es tan elemental: es, como dicen, una tecnologa
que se aprende en el Eastern NLP Institute y en la NLP University de
Estados Unidos, en la que los alumnos se gradan em los niveles de
Practitioner, Master Practitioner y Trainer. Esta ltima es, claro
est, la cspide acadmica. Como se sabe, tambin en Buenos Aires se
lleva adelante esta actividad, a la que en 1992 se le dedic un
congreso.La evidencia parece cristalina: la Neurolingstica es ajena e
inocente del empleo que se hace de ella como adjetivo. La
Neurolingstica es una entidad. No es un atributo de imaginarias (pero
rentables) manipulaciones de incautos. Tiene presencia y contorno en el
terreno de las ciencias del hombre. No es para nada una emanacin de
prcticas cuasichamnicas.
Y una vez ms, todo podra quedar en
el asombro de una fbula transcientfica. Pero nace la pregunta: no
hay acaso formas ms honestas de ganarse la vida?
El Dr. Juan
E. Azcoaga es director de APINEP (Asociacin para la Asistencia e
Investigaciones Neurolgicas, Psicolgicas y Psicopedaggicas ). Es
profesor consulto de la Facultad de Psicologa de la Universidad de
Buenos Aires, miembro activo de la Academia de Ciencias de Nueva York y
miembro consultor del CAIRP.
Fuente: El Ojo Esceptico. |